El gran diferenciador del Eje Cafetero se basa en la conservación de la cultura centenaria, en torno a la recolección, producción y distribución del café. Actualmente, todavía se ven campesinos con sus trajes típicos, “chapoleras”, sombrero aguadeño, poncho y carriel, recorriendo los cafetales. Las casas conservan su arquitectura típica, con corredores tipo balcón alrededor de ellas, se ven las plazas de mercado con jeeps Willys llevando sus bultos de café y plátano entre los pueblos, además del conocimiento sobre la tierra y la agricultura con el que cuentan sus habitantes.
Ubicado en el centro del occidente colombiano, formando parte de la región Andina, en el Eje Cafetero existen gran cantidad de pisos térmicos, que van desde los 900 m.s.n.m. hasta las cumbres nevadas de aproximadamente 4000 m.s.n.m.
La diversidad de ecosistemas y la gran cantidad de atractivos turísticos con los que cuenta, además de las cortas distancias entre municipios y departamentos, son característica diferenciadora de este destino.
Para entrar al mundo de la región cafetera de Colombia, es necesario conocer y experimentar todos los atractivos que ofrece; además de entender la cultura del café desde sus cultivos, hasta llegar a la mesa.
Reseña Histórica
El origen del café se remonta en Etiopía donde se empezó a consumir la especie C. Arábica, al principio se utilizaba para infusiones con las hojas y los granos se mascaban. Con el tiempo el café se expandió hacia Persia donde se consumía en grandes cantidades, luego Holanda comenzó a distribuir este tipo de cultivo por diversos continentes empezando por la India, Indonesia y para comienzos del siglo XVI llevó las primeras semillas de café al Nuevo Mundo en la Guyana Holandesa (hoy Surinam), donde comenzó la gran expansión de cafetales por toda América.
No hay completa certeza sobre cómo llegó el café a Colombia. Datos históricos indican que las semillas llegaron al reino de la Nueva Granada hacia 1730, traídas por los jesuitas, ya que el testimonio más antiguo de la presencia de la planta fue realizado por el sacerdote de esta religión, José Gumilla. Sin embargo hay varias versiones que se acercan a una versión verídica, ya que luego se encuentran más testimonios e informes de plantas de café encontradas en regiones como Santander y Boyacá, sembradas por los jesuitas, en esa misma época.
Los primeros cultivos empezaron a crecer en la zona oriental del país, y solo hasta 1835 comienzan las primeras producciones comerciales, exportando desde Cúcuta en la frontera con Venezuela. Las semillas de café comienzan su propagación a partir de 1850 hacia el centro y occidente del país.
Andariegos o “Arrieros”, que terminaron como fundadores de los pueblos, lograron mezclar la cultura paisa con la nobleza Quimbaya, que como resultado, da una raza nueva de hombres trabajadores y hospitalarios.
Solo hasta a partir de la segunda mitad del siglo XIX, el café se consolida como un producto de exportación y expansión, convirtiéndose en un factor importante en la economía del país. Con el tiempo países extranjeros mostraron interés por la importancia y el auge del café en otras culturas, y gracias a esto, hacendados colombianos se dedicaron a formar una economía sólida en torno al café; la región central occidental tomó la iniciativa, formando proyectos favorables que incluían propietarios de pequeñas parcelas, actividad que se convirtió en una atractiva oportunidad de crecimiento para los campesinos de la zona. De esta manera, la unión de campesinos y pequeños productores, ha permitido el fortalecimiento de la cultura cafetera.
La Cultura Cafetera y el Café de Colombia
Esta región se conoce como una de las mejores zonas con tierras fértiles para cultivar el grano, y ahora es su principal factor de crecimiento y desarrollo económico.
La cultura cafetera en Colombia viene desde hace centenares de años, que gracias a la rápida evolución del transporte en Colombia, durante los años de 1880 y 1950, ayudó al auge definitivo de esta actividad.
La importancia del café en el país, es que ha estado fuertemente ligado a los procesos históricos y ha sido parte fundamental de la identidad cultural de la región. Muchos proyectos de infraestructura, turismo y economía, giran en torno a este producto, que se ha convertido en un referente del trabajo duro, desarrollo, empuje, alianza de culturas y punto de referencia para su reconocimiento en todo el mundo.
El café 100% Arábico, es el grano que se produce en Colombia, gracias a las condiciones climáticas, montañosas y de suelo (en su mayoría derivados de cenizas volcánicas) que posee la zona del Eje Cafetero. Normalmente crece en alturas entre 1200 y 1800 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas desde los 17 hasta los 23 grados centígrados. Gracias a que las regiones cafeteras se encuentran en distintas ubicaciones geográficas, se pueden determinar condiciones particulares para generar variedades de la especie Arábica, como son la Típica, Borbón, Maragogipe, Caturra, Castillo o Tabi.
En el exterior es reconocido por los atributos y características que expertos califican como “un café con acidez y cuerpo, aroma pronunciado y completo”. Sus cualidades se obtienen, no solo de las características de las zonas fértiles montañosas, sino del trabajo de más de medio millón de caficultores que viven de esta actividad. Cada uno de los campesinos de la región, trabajan artesanalmente, conservando sus tradiciones, para dar a conocer al mundo el café que representa el país.
El Proceso del Café
El proceso del café incluye el trabajo y el esfuerzo de muchas personas que desean generar un producto de calidad para consumidores de todo el mundo.
Todo comienza con un exhaustivo estudio de todas las variedades, formas y condiciones para el cultivo de la especie Arábica. Solo para generar 500 gramos de café, se necesitan, aproximadamente 1900 frutos de éste. La posterior selección y beneficio (que es el proceso de despulpar, lavar y secar el grano), es un trabajo que se caracteriza por ser artesanal y con altos estándares de calidad.
Al final del secado, se obtiene el café “pergamino”, éste es el punto donde el grano está seco y pasa al proceso de trilla para quitar la capa amarilla que lo recubre. De esta manera se obtiene el café verde en almendra, el cual es el insumo para elaborar café tostado, soluble y todos los extractos de éste. Muchas empresas de todos los continentes compran el café verde producido en el país para luego tostarlo, empacarlo y venderlo.
Gracias a la producción artesanal que lo caracteriza y su calidad, Colombia es un referente a nivel mundial por tener un producto con el cual el esfuerzo y trabajo de los campesinos, se ve plasmado en su aroma, cuerpo y calidad.
El Triángulo del Café
Extensión: 13.325 km2
Número de municipios: 53
El Triangulo del Café esta compuesto por los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas, que con sus atractivos, paisajes y cafetales, forman un sector en progreso y caracterizado por la riqueza agrícola, el desarrollo de la industria, el comercio y el turismo.
Esta región se creó como referente, para aquellos que desean visitar el territorio donde se cultiva y se produce uno de los mejores cafés colombianos de exportación. Es considerado un destino turístico rural, gracias a la adaptación de haciendas, fincas y casonas tradicionales para convertirlas en alojamientos para visitantes.
El Triángulo del Café, cuenta con gran cantidad de atractivos turísticos, parques temáticos y fincas, que ofrecen al visitante una experiencia vivencial de la cultura cafetera, dando a conocer todos los procesos de cultivo y producción del café colombiano de una manera didáctica y divertida.
El recorrido por toda esta zona permite entrar a un mundo de aromas, paisajes, aventuras, gastronomía y ocio. El Triángulo del Café es un destino de turismo cultural, donde las artesanías, sus ferias y fiestas y la arquitectura típica paisa de sus pueblos, permite apreciar la identidad regional.
El Paisaje Cultural Cafetero
“El Paisaje Cultural Cafetero” se encuentra repartido en la zona montañosa de la cordillera central y occidental, compuesto por 411 veredas dentro de 47 municipios, en las áreas cafeteras de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle. Gracias a que cumplen criterios definidos, la Unesco lo declaró en el 2012 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Este título, propone mostrar el trabajo y las características geográficas, naturales y culturales que la diferencian como único en el mundo, para permanecer intacto en el tiempo.
Los principales factores que llevaron a la región a obtener este título son:
*Tomado de la página web oficial del Triángulo del Café
Gastronomía
En el Eje Cafetero siempre ha habido una influencia de la cultura paisa, legado de varias generaciones. Productos de gran influencia en la región son el fríjol, el plátano y por supuesto el café, producto utilizado en diferentes recetas como postres, bebidas frías, cocteles, galletas, helados, arequipes, entre otros.
Sus especialidades van desde los asados hasta la variedad de platos de cocina internacional, diferentes preparaciones de trucha, empanadas, arepas, ponches y dulces.